miércoles, 24 de enero de 2007

Zumo de mandarina


Me gusta el zumo de mandarina aunque más me gusta el zumo de naranja, recién exprimido. Me gusta el olor que deja en las manos el mecánico acto de cortar y exprimir naranjas... odio sin embargo enjuagar el exprimidor...

Es curioso como hay gente que de repente aparece en tú vida, nuevos compañeros, nuevos amigos... gente con la que probablemente no hubieses coincidido nunca de no ser por estar ese día justamente ahí...si si... AHÍ.

Quedan 72 días.

Esta noche más.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No sólo es la capacidad de ser sorprendido, sino al mismo tiempo de aprovechar la oportunidad de ello. No obstante si fundamentamos la amistad en cosas como los gustos, la proximidad, el pasado, la edad, el compañerismo, etc, ¿por qué no cimentarla sobre la propia casualidad?. No hay nada escrito, la vida la vamos trazando a saltos de mata.

Prefiero el jugo de piña.. la naranja me resulta caprichosamente ácida.

Aur revoir, jaja, :P

Kraichek dijo...

¿no es muy arriesgado dejar todo en manos del destino?¿no da miedo pensar que las amistades nos vienen impuestas por impulsos o actos que decidimos porque si?
Hay veces que pensar eso puede dar cierto...¿vertigo?
Me quedo con el zumo de melocoton y uva.
Salud!

Anónimo dijo...

Bueno, yo no creo que sea la vida la que te sorprenda a su capricho. Somos nosotros mismos que sabemos leer muy bien los mensajes. El destino somos nosotros. Tampoco hay que darle importancia al origen de los sentimientos. Lo importante son los propios sentimientos en si, eso es lo que realmente da vértigo. La amistad como también ocurre más aun en el amor puede llegar a ser algo totalmente inesperado y no por ello trazado bajo ningún plan universal.
Hay temas con demasiada chicha como para tratarlos en un post. Propongo unas cervezas en el Cruz Blanca, jaja. yo siempre me apunto.

Saludos chicos.

Fdo. "El triángulo se cierra"

Kraichek dijo...

cruz blanca?

Anónimo dijo...

Es una cervecería que está a mitad camino entre casa de tu hermano y mía que frecuentamos los dos cada uno con su historia particular, él creo que para degustar algún partido de fútbol :p, yo como punto de encuentro con buenos amigos para conversar. El sitio se sale, tiene unos sofás de esos que te sientas, te hundes y despareces donde pasar horas de charreta. Me encanta.. ¿no lo conoces? Hay que ponerle remedio.

Saludos,

La eterna insomne

cnimqucdp dijo...

Cruz blanca... popularmente conocida como "el Pingüino".. hemos estado los tres ;)